
Zona tranquila y aislada, para llegar hasta ella, a unos 4 kilómetros de Pájara conduciendo hacia el sur, hay que tomar una camino de tierra que lleva a una amplia área de aparcamiento. El pueblo más cercano es Ajuy, a unos 20 minutos de coche y no hay servicios ni estructuras así que es conveniente llevarse provisiones. Se trata de una playa con un encanto selvático en todos sus sentidos, el viento poderoso y el fuerte oleaje rinden la natación un poco dificultosa pero no imposible, hay que tener cuidado y limitarse a refrescar el cuerpo junto a la orilla.
Playa la Solapa es el lugar perfecto para desconectar del resto del mundo y olvidarse siquiera que el resto del mundo existe, perfecta para practicar nudismo, pasear, fotografiar el maestoso paisaje. Merece la pena quedarse hasta la puesta del sol a disfrutar de un atardecer que enamora; uno de esos inolvidables espectáculos naturales que pocos sitios ofrecen y que en la vida no hay que dejarse escapar; colores que bailan entre ellos, rojo, amarillo y naranja, envuelven la playa y rebotan en las rocas regalando una luz capaz de entrar hasta lo más profundo del corazón.