
La playa está protegida por un arrecife natural en forma de C y para protegerse de las fuertes corrientes de aire que ocasionalmente tocan la costa los locales han creado los corralitos. Estos muros fueron fabricados con piedra volcánica y son muy resistentes a parte de graciosos.
La Concha se extiende del lado izquierdo hasta una serie de calas mejor conocidas como “Los Lagos”. La playa es perfecta para los viajes en familia, con niños pequeños o salidas de fin de semana.
Cuenta con un amplio estacionamiento de 50 metros para aquellos que lleguen en coche/bus y dispone de varios servicios, entre ellos: socorristas, ducha, aseos y acceso para minusválidos. Las personas pueden llevar sus propios refrigerios o visitar el restaurante al pie de la playa, el bar Torino, para una fabulosa comida de cara al mar.